Termografia

Antes de comenzar la inspección, el equipo debe prepararse adecuadamente. Esto incluye verificar que las cámaras termográficas estén en buenas condiciones y calibradas, y asegurarse de que los técnicos estén capacitados en su uso.

El siguiente paso es planificar la inspección. Esto implica identificar las áreas críticas que se inspeccionarán y determinar las condiciones bajo las cuales se realizará la prueba. Además, se deben considerar las normativas de seguridad.

Antes de utilizar la cámara termográfica, se realiza una inspección visual de los equipos eléctricos. Esto implica buscar signos visibles de daños, conexiones flojas o cualquier otro problema evidente.

Luego, se toman imágenes térmicas de los componentes eléctricos, como tableros, interruptores, conexiones, fusibles y cables. Las cámaras termográficas registran la temperatura de la superficie de estos componentes en forma de imágenes infrarrojas.

Una vez que se han capturado las imágenes, se procede al análisis. El software termográfico se utiliza para evaluar las diferencias de temperatura en las imágenes y para identificar puntos calientes o áreas anómalas que puedan indicar problemas eléctricos.

El análisis termográfico ayuda a identificar problemas, como conexiones flojas, sobrecalentamientos, componentes defectuosos o desgaste. Estos problemas se documentan y se clasifican según su gravedad.

Se genera un informe detallado que incluye las imágenes térmicas, las áreas problemáticas identificadas y las recomendaciones de acciones correctivas. Este informe es crucial para que los clientes comprendan la condición de sus sistemas eléctricos.

Con base en el informe, se pueden tomar acciones correctivas, como apretar conexiones sueltas, reemplazar componentes defectuosos o llevar a cabo mantenimiento preventivo. Estas acciones ayudan a garantizar la seguridad y eficiencia del sistema eléctrico.

La inspección termográfica se realiza de forma periódica como parte del mantenimiento predictivo. El seguimiento a lo largo del tiempo permite evaluar la evolución de los problemas y tomar medidas a medida que surgen.